Burn After Reading

(4.8.08)

Por fin acudí al cine a presenciar la nueva y esperadísima entrega de esta renovada saga del señor de la noche: The Dark Knight, acompañado del buen charolastra Elías a quien de una vez mando un saludo (por cuate, y es que luego se quejan de que uno "los olvida" !!!) y un seco y macizo sape (por jodidamente berrinchudo).

Sé que me he tardado un poco en ver la película pero tenía en mente la seguridad (que otorga paciencia) de que Christopher Nolan mantendría la línea trazada en Batman Begins. Afortunadamente el director de Memento ha manufacturado una secuela convincente, espectacular y de un ritmo trepidante.

Ha pasado el tiempo en Ciudad Gótica y lo que antes era un sueño ahora se ha convertido en una realidad de relativa tranquilidad, todo por la mano (mas bien puño) de Batman, terror de los malandrines y mafias citadinas. Todo esto ha volcado a Bruce Wayne en la posibilidad de guardar el traje negro y dar por terminada la leyenda de Batman, máxime que ha encontrado a quien puede depositar su confianza como el nuevo guardián de la justicia en Gotham: el nuevo y prometedor fiscal de distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart). Obviamente estos momentos de solaz no podían durar mucho con la incursión del predestinado Joker (Heath Ledger), un genio psicópata dispuesto a sacar de quicio al hombre murciélago y a toda la ciudad.

La cinta atrapa desde el primer minuto con un ritmo ágil y sumamente dinámico, y no lo suelta durante gran parte del extenso metraje (2:30 hrs. Aprox.) valiéndose de abundantes vueltas de tuerca y enfocándose más en la tensión y el suspense que provocan las situaciones plasmadas en las secuencias de acción que por la probable consecución de las mismas. Al respecto, me sorprendió escuchar de la voz de mi charolastra que las escenas de acción no le habían parecido lo suficientemente espectaculares, quizá comparadas con otros blockbusters de reciente manufactura. La verdad es que yo no estoy de acuerdo.

Comparado tal vez con Transformers posiblemente Batman no llegué a esas escalas de espectacularidad efecticista, sin embargo creo que hay que resaltar el precepto de que los efectos especiales dentro de una película deben estar al servicio de la trama y no como un pretexto para la exposición de secuencias fastuosas pero sin ninguna contenido sólido, error que sucede en la Transformers de Michael Bay (y casi todas las “pelis” de este Miguelito) y que se suelen cometer con mucha frecuencia y hasta el empacho dentro del género de acción y fantasía (¿alguien dijo Roland Emmerich?). En Batman los efectos especiales están al servicio de la historia y sinceramente no defraudan (escuche mas de cinco WOOW!!! durante la volcadura del trailer) a quien esté dispuesto a presenciar una buena película de acción lejos de los típicos excesos efecticistas.

A pesar del carácter palomitero de la cinta, no se limita únicamente a bombardear con escenas de acción y suspenso, sino que plasma las luchas internas de Bruce sobre el riesgo de ser un héroe, logrando crear un equilibrio entre los problemas y dilemas de índole moral-existencial del caballero oscuro y sus co-protagonistas y las peripecias del murciélago dentro de Ciudad Gótica (y Hong Kong), con un ritmo bien llevado por el buen hacer de Nolan, principal responsable de la grata resurrección de la franquicia.

Personalmente me hubiera encantado escuchar algo de la espléndida partitura creada por Danny Elfman para las cintas de Tim Burton, pero comprendo que tal vez esto podría dar lugar a comparaciones, sin embargo creo que hay una marcada falta de identidad en cuanto a la música de este nuevo Batman.

Pocas quejas se pueden tener en el ramo actoral, con un elenco espectacular y de primera clase, donde dos titanes como Morgan Freeman y Michael Caine lucen en roles secundarios; por su parte Maggie Gyllehaal pasa sin mucha trascendencia como sustituta de Katie Holmes. Mención especial (por supuesto) al hoy bastante frío Heath Ledger en la actuación de su vida (no me digan que Ennis del Mar es mas que este Guasón… POR FAVOR!!! Bueno ya, Brokeback Mountain, sobrevaloradísima película anyway) reinventando al archienemigo del hombre murciélago con una interpretación hecha con las vísceras.

En conclusión, si bien no estamos ante una obra perfecta, se trata de una obra absolutamente recomendable y un ejemplo de lo que tiene que ser el cine enfocado al entretenimiento: eficaz, sólido, apabullante y convincente, muy digno de El caballero oscuro.

Ahora a esperar lo que viene, con un hipermediático Johnny Depp como posible Acertijo y a P. Seymour Hoffman como el nuevo Pingüino (personalmente no puedo esperar a ver a Philip dentro del smoking negro con sombrero de bombín y su sombrilla "suiza", fantástico).