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Enchúlame el Blog


iVer is in da house? My nigga! Put your ass over here, i have some for ya, just from West Coast Customs.

When you came here with your ugly blog you told me you wanted some with style, colour and flavor you know; now here i am with your new pimp blog, look it my men!

Wow, i cant believed, its amazing.

Yeah! thats what im talking about, take your keys and now youre officially on the road.

Yeah, thank you Nana, for Pimp My Blog!

S.O.S. Nana

Erase que se era un inquieto mocoso de tendencias siniestras, de cuyo nombre no quiero acordarme, que ávido de navegar por el intrincado universo de la blogósfera, decidióse a tomar el timón de una humilde falúa, y deseoso de explorar en mares de conocimiento desconocido y con ello explorarse a sí mismo, partió, sin una búsqueda específica ni fecha de retorno.

No pasó mucho tiempo cuando topose con un elegante bergantín, a leguas experimentado, capitaneado por una damisela de nombre Nana, una confeccionista de letras, la cual al ver el deslucido estado de aquella falúa, pero interesada en su extraño cargamento, decidió ofrecerse a mejorar la imagen de aquel feo y tétrico bote. A pesar del interés inmediato mostrado por el muchacho, pronto perdió la motivación, creyendo que si su cargamento podría ser valioso, su presentación no importaría demasiado; así pues continuó con su travesía, dejando para después las sugerencias de aquella confeccionista, no sin antes arrebatarle un poco de sus deliciosos bocaditos, que los mortales suelen llamar "empananas".

Conforme fue recorriendo la blogósfera, aquel mocoso fue dando con bellas embarcaciones, unas más imponentes, otras más retocadas; galeones, carabelas, naos y galeras, todas con atrayentes formas, colores y cargamento apreciable. Poco a poco se fue abriendo un pequeño espacio dentro de ese inmenso universo, sin embargo su pequeña falúa no era nada atractiva y eso provocaba que algunas embarcaciones prefirieran pasar de largo, sin ver su cargamento. El jóven cayó en la cuenta que entre más atractiva fuera su embarcación más probable sería que los navegantes lo buscaran y explorasen en su contenido; recordó los consejos de aquella confeccionista y decidió introducirse en el arte de lo que alguna vez ella llamó plantillas.

Sabía donde buscar, así que fue al mercado correspondiente, en busca de plantillas, las cuales encontró en abundancia: vistosas, coloridas, sobrias, extravagantes, todas con un sello particular. Seleccionó algunas de su agrado, llevóselas, sacolas de su empaque y se dispuso a embellecer su falúa; no obtante, tardó muy poco en tener problemas, dada su inexperiencia, y lo que el creyó sería un proceso sencillo se tornó en una sucesión de frustraciones, al no poder aplicar cuanta plantilla él intentara.

Triste por la pobreza de sus intervenciones, prefirió guardar sus preciados paquetes y se apresuró a buscar a aquella confeccionista que tiempo atrás le extendió la mano, esperando en la posibilidad de que por medio de este relato su grito de auxilio pueda llegar hasta aquel bergantín.

"Turn Off Your TV"



















Dentro del círculo comunicólogo (por fea que me resulte esa palabra) hay obras, discursos, citas y demás monadas que nos resulta imprescindible analizar y aplicar a nuestro pensamiento. El cine no se podía quedar atrás, y obras como Good Night & Good Luck, JFK, 1984 (adaptada del libro homónimo de George Orwell) y (por supuesto) los documentales de Michael Moore entre otras son films que todo comunicólogo (aquí vamos de nuevo...) debe de presenciar.

Así que siendo este espacio MI válvula de escape, me voy a poner el traje de catador y con toda alevosía y premeditación me animo a recomendar efusivamente la propuesta que en 1976 Sydney Lumet junto a Paddy Chayesfky concibieran con furia y desencanto, y que según la crítica especializada, es propietaria del octavo mejor guión cinematográfico de la historia: Network.

En un mundo sin Web 2.0, reproductores de mp3 y blogósfera, la televisión mandaba a diestra y siniestra el torrente mediático con supremo poder y no menor ambición. En este contexto socio-cultural de los 70´s se desenvuelve Network, una película que pone el dedo en la llaga, exterioriza los oscuros procederes del mundo mediático y se enfoca en la constante lucha por la monopolización de esa palabra maldita: rating.

Los personajes, netas representaciones de los deseos, ambiciones y contradicciones que rodean el ámbito mediático son estructurados con maestría por el libreto de Chayesfky (por años guionista de TV) y mejor dirigidos por Lumet, en una película redonda y con un final por demás desconcertante.

Un aspecto inquietante del asunto es que en su tiempo, fue tomada en tono de sátira, sin embargo, en palabras del guionista "es la pura realidad"; estoy de acuerdo con Paddy, aparte del hecho de que 32 años después, seguimos en la misma situación, aunque metamorfoseada.

Sin tiempo (y menos ganas) de hacer una sinopsis, mejor dejo el trailer, que sólo me cuesta unos segundos. Nos videamos.



P.D. En caso de interés por ver la película (algo difícil de conseguir por vías legales en estos días) y están en posibilidades de contactarme, pueden acercarse y, quien sabe, tal vez lleguemos a un acuerdo rentable para ambos (nada en esta vida es gratis my dears). :p














Letra: Lupe Esparza y el inmortal Choche.
Música: Ronco
Arreglos: Escuela de Música...

Con la falda hasta el talón,
las nenas se ven mejor,
que con jeans de pordiosera.

Con la falda hasta el talón,
ArtCom mantiene el pudor,
y Rectoría la paciencia.

Con la falta hasta el talón,
evito la rebelión,
y dolores de cabeza.

Y con la falda hasta el talón,
ahuyentamos la tentación,
y recuperamos decencia.

Coro
Con las faldas al talón se mueven (si es que pueden)
como programadas para estudiar
con la falta hasta el talón se mueven
como toda dama debe de andar.

Mira nada mas lo que viene ahí
una chulada con la falda hasta el talón
mira nada más yo sería feliz
si ella me aceptara le daría todo de mí.

Si me gusta el pantalón
me aguanto, no tengo opción,
o sufro las consecuencias.

Si me pongo pantalón,
no puedo entrar al salón,
y me jalan las orejas.

Si me pongo pantalón,
baja mi calificación,
y me olvido de la tarea.

Y si me pongo pantalón,
me degrado, soy del montón,
y nunca podré ser SIEMA.

Coro

*Repítase 777 veces o hasta que le quepa en la cabezota.

Y así envejecen

Y las vidas de los hombres van pasando, envejeciendo... entre banalidades y murmullos se esfuman los ideales que alguna vez solimos pregonar; encontrando la más hilarante graciosidad en las peculiaridades de vidas ajenas que para estas representan el tropiezo y la decepción misma. La decepción misma.


No podría estar más de acuerdo con mi jefesita Merab respecto a su comentario sobre el 68, en nuestro sencillito programa de radio, el pasado viernes.

No tiene caso volver (por enésima vez) a recordar los sucesos de aquel fatíco octubre rojo, pero sí sentarse, encorvarse, apoyar un brazo en un muslo, sostener el mentón con una mano, y como la escultura de Rodin, pensar... si pensar, ¿en que rayos hemos convertido uno de los sucesos sociales más importantes de nuestra bananera historia?

Es increíble la cantidad de información sobre el 68 que nos ha bombardeado en estas vísperas (aunque después del jueves, ni sus luces... como si no hubiera pasado). No recuerdo bien el nombre de los autores que Meruchinas citó pero lo importante es el deshonesto manejo de la información mediática respecto a los sucesos del 2 de octubre.

¿A quien le importan los ideales de aquella turba enardecida, hambrienta hasta los huesos de ser escuchada, cuando puedes explotar el morbo de la gente para obtener atención de verdad? Leemos, escuchamos y vemos información sobre el número de muertos, la cantidad de militares involucrados y las torturas hacia estudiantes presos, o la cantidad de desaparecidos y el descaro de los discursos de nuestro mandrilesco ex-presidente, todo con un enfoque más de nota roja que de una verdadero análisis.

Y como dicen que más vale una imagen que mil palabras, videos con toda la acción salen a flote como tabasqueños en la UM; sí, mostremos la sangre (aunque sea en B&W), remasterizemos el sonido para captar mejor los balazos, aprovechemos los planos panorámicos para mostrar a la enorme turba, temerosa de un ejercito creado para protegerlos... Sí, sólo así lograremos que la gente voltee hacia el pasado y rememore a los mártires del 68. Morbo, sangre, balas, humo, muchedumbre, golpes, muertos...

Con el paso de los años hemos creado una insana moda hacia luchas sociales que poco o nada tiene que ver con lo que representaron, y así tenemos al Che, mercantilizado hasta en calzones, el hippismo, la lucha contra el cáncer de Lance Armstrong y el 68 entre otras cosas. Poco se sabe sobre los manifiestos declarados por los líderes estudiantiles, el sistema autoritario imperante en un México ultra-conservador, los objetivos de este movimiento y lo más importante, su esencia.

Si al oír del 68 y nos limitamos a hacer caras chuecas al recordar las rojas cifras, quejarnos del gobierno sólamente porqué si, ponernos una camiseta conmemorativa para sentirnos en onda y porque la imagen de rebeldía social me vuelve cool (aunque de rebeldía sólo tenga referencias de RBD), sólo rebajamos el movimiento estudiantil a una banal moda, que como todas, es pasajera.

La necesidad de libertad de expresión, el libre ejercicio de la democracia y la eliminación de la represión son ideales que hoy más que hace 40 años son dignos de ser defendidos, más en un país que en muchos aspectos, es igual o peor que en 1968.

NO lo arruinemos.

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