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No me gusta el pensamiento de los profesores importados de FCA, no es que menosprecie o desaproveche su trabajo, el cual suele ser bueno, sin embargo son tan dispares sus razonamientos a los míos que no puedo dejar de notarlo.

Macario

Dicen que Macario no es feliz, que comiendo con los cerdos no puede tener más que una existencia miserable. Dicen que su aparente felicidad se basa en el pequeño círculo donde se ha criado, siendo este su única referencia de lo que la vida pueda llegar a darle, una visión miope de la existencia es la suya.

Dicen que Macario es un pobre idiota sin un fin en la vida, más que el de alimentar sus deseos de cariño y porque no, de satisfacción sexual, al lado de esa promiscua de Felipa, que se ha aprovechado de la inocencia del puberto para llenar un vacío que cualquier persona en su juicio se negaría a rellenar.

Él no tiene la culpa de haber nacido en el seno de una sociedad hermética, fanática y prejuiciosa, típica de cualquier comunidad rural en el país, catoliquísima, atrasada, incivilizada, donde las calles de tierra todavía sirven de pasillo para las almas que van penando por las noches, rodeando las esquinas de adobe, buscando mocosos mal portados para llevárselos derechito, como dicen, al infierno.

Quieren que Macario salga, que sepa que el mundo es algo más que leche y sapos, que la felicidad no se esconde en el regazo de Felipa ni en las flores del obelisco, sino en la adquisición de conocimiento y títulos educativos, la satisfacción de ganar dinero y el placer de saborear los distintos olores que la mujer puede obsequiar.

Deberíamos llevárnoslo a la ciudad, para que conozca y sepa que el mundo es mucho más grande, que la sociedad te adopta y te da el privilegio de portar un rol, que el mundo gira en torno a ese hermoso papel que es el dinero, que hay que ser despiadado de vez en cuando para poder sentir satisfacción en lo que haces, que la compasión y la humildad son valores prescindibles, que la sumisión es para los perros, que el respeto no es gratuito, pero hay formas de ganárselo, que las flores del obelisco no se comparan con la exquisitez de un buen filete, etc. Esa es la vida que si interesa vivir y no aquella pútrida existencia en el campo, rodeado de gente inculta, animales sucios y plantas sin gracia. Pobre Macario…


Es indudable la marcada presencia de los medios de comunicación en nuestro país y no sólo en el. Todo estado está fuertemente influenciado por el mass media dominante, el cual se erige como el forjador de miedos, deseos, ideologías, actitudes y valores de la región a su merced, o sea, la más amplia posible. Y me refiero al medio dominante obviando la presencia de otros canales de comunicación, ya sea alternativos o con la tendencia del más fuerte.

Como sabemos, la gran mayoría de "opciones" mediáticas convergen en contados gigantes corporativos, los cuales transmiten una ideología muy marcada y homogeneizante sobre la sociedad en general; todos estamos expuestos a su contenido, sea regular, malo o pésimo, en la sociedad de la información es imposible estar al margen de los mass media.

Es obvio que como toda empresa en competencia o monopolizante, es indispensable para los corporativos mediáticos estar siempre en las preferencias del espectador, haiga sido como haiga sido, esto implica: generar niveles de audiencia elevados, sacarle el mayor jugo a los sponsors, conservar una buena relación con los círculos empresariales y de poder (gobierno), entre otras monadas.

Es obvia la relación íntima entre medios de comunicación y grupos políticos, principalmente con el sector al poder (FECAL y compañía). Cierto, se trata de una relación tormentosa y apasionada pero a fin de cuentas es un lazo inquebrantable y que es vital tanto para el gobierno (buena imagen del sexenio ante la sociedad) y los mass media (permanencia de privilegios y una parte considerable del suculento pastel político). Por alguna razón será que Televisa suele lamerle sutilmente, otras veces descaradamente los zapatos al presidente, mientras que las legislaciones siguen impidiendo la creación de una tercera televisora en el país.

Los medios de comunicación no son nada sin dinero que sustente la transmisión de mensajes, desde programas de televisión hasta correos spam, los medios subsisten con dinero. ¿Entonces cómo le hacemos para mantenernos en el gusto de las masas y con esto en el gusto de los anunciantes? La televisión (principalmente), radio y hasta la prensa transmiten contenidos e ideologías que tienen que lucir atrayentes al público. ¿Qué es lo que vende? Sexo, comida, entretenimiento barato y mayormente soez y/o corriente, el miedo, la incertidumbre, etc, etc. Todo lo vendible suele ser explotado para que tu y yo nos sintamos irresistiblemente atraídos hacia los medios y consumamos, consumamos y consumamos tanta información que a simple vista es tan variada, pero que al gusto sabe a lo mismo, información homogenea y superficial que en lugar de cultivar, enajena y aturde hasta el cansancio, o peor, la hipnosis.

Consumismo es igual a dinero, no para mi o para ti, sino para los corporativos que crecen y crecen y crecen... y vaya que no piensan en dejar de crecer, pero que le vamos a hacer, siendo el hombre presa fácil de la ambición y la avaricia por naturaleza.

Por contraparte, todo lo crítico, feo, antisistémico, crudo, revelador e incómodo se torna fácilmente desdeñable desde el punto de vista ideológico, pero más comercial; ¡esta chicha no vende! ¡no, ni a palos! y para colmo revelar esta información me pone en bronca con uno de mis patrocinadores y con su hermano, el influyente senador; no deja de ser la verdad, pero retoricamente puede ser tan moldeable para sonar agradable y auditivamente sana para nuestros inocentes y cándidos oídos, o simplemente desechada y escondida de la opinión pública. Así se trabaja en los medios masivos, pregúntenle a Carmen Aristegui...

Cómo mencionaba Olallo Rubio, a los círculos de poder no les interesa censurar temas banales y contenidos vulgares y inmorales, sino aquellos mensajes que puedan representar una amenaza para la la estabilidad del poder y la tranquilidad del rebaño apacible, o sea un atentado contra los privilegios de la alta sociedad que suele moverse en aguas muy turbias. Necesitan tener las conciencias dormidas y contentas con la basura que se les proporciona día a día y lo logran de una manera formidable (en algo tenían que ser buenos).

Las dosis de información valiosa y diversidad de opiniones se ve aplastada monstruosamente por el torrente de mensajes alienantes y contradictorios, dignos de cualquier revista mañanera, programa de espectáculos y supuestos análisis noticiosos, quedando relegadas a condiciones incómodas o sin salir a la luz.

Los hilos del país suelen ser llevados de forma oculta por los medios, capaces de destruir ídolos, elevar peleles y retorcer realidades, todo en aras de manternese en el gusto del público, en una posición tan cómoda que por nada del mundo piensan bajarse del trono, y pelearán con uñas y dientes por sujetarnos al televisor, amarrarnos a la radio y seguir bombardeándonos con basura de multicolores y sabor a caca de puerco. Es humano, es natural.

Magistralmente lo remarca el monero Hernández en su parodia gráfica de aquel nefasto anuncio motivacional de Televisa sobre el miedo a la crisis, plagado de estrellas de la talla de Gloria Trevi y Ernesto Laguardia (como siempre... expertos en la materia): MIEDO ES EL QUE LE VA A DAR A TELEVISA EL DÍA QUE TE DECIDAS POR FIN A APAGAR LA TELE...

A Empujones

Disculpad la intencional fofés al redactar este prescindible texto, producto de mi intencional fofés al tratar de cavilar por requisito académico, una enésima vez este tema que con el paso de las discusiones y el gasto de la lengua, se me ha tornado inevitablemente fofo: la realidad en los medios de comunicación, así que ahi les va una sarta aleatoria de ideas viejas respecto a la realidad y su presentación a través de los medios de comunicación:

No existe la objetividad, no hay vuelta de hoja, tan objetivo como eso (...). El fundamento básico para defender la idea es el mismo debate entre la posible existencia o no de objetividad.

Dado que no existe la objetividad, entonces los medios de comunicación no pueden presentar una visión objetiva del mundo pues una serie de factores (contexto, ideologías, intenciones, retórica) modelan los hechos; esto es inevitable por obvias razones: no somos robots, somos personas, pensamos (o aparentamos), captamos información y la transmitidos dentro de nuestra propia percepción. No puede hacer intercambio de información sin subjetividad.

Entonces, ¿que fregados es la realidad? ¿no hay forma de conceptualizarla de forma unitaria y universal? Pues si cada cabeza es un mundo, entonces cada mente es una realidad, entonces ¿no existe la realidad como tal, única e ineludible? Habría que ver si un concepto anula al otro; ¿la realidad subjetiva anula a la realidad objetiva? Si y no. Retomando el tema de la subjetividad sabemos que todo depende del cristal con que se mira, que cada uno tiene una visión muy propia de lo captado por sus sentidos, sin embargo esto no quiere decir que no exista una realidad definida como tal y por lo tanto incluyente a todo ser humano, bacilo de Koch e insecto rastrero.

¿O sea que hay una realidad dentro de la realidad misma? ¿no se anulan entonces? ¿y porque sigo despierto si esto lo debi escribir hacer días? ¿y porque no puedo dejar de comer nanas? ¿dejará algún día el América la mediocridad?

Creo que estamos exagerando los encantos del mito objetivo, alguien por ahí aun siente que puede poseer el poder de ver las cosas tal como son, hacer que la gente las vea como él quiere que las vea y bautizar el peculiar fenómeno como objetividad.

Repito, no hay objetividad en los medios, pero creo que eso ya nos quedó lo suficientemente claro, por lo cual leer este parrafo fue un desperdicio de tiempo.

No se me ocurre algo más que anexar al texto para engrosarlo y hacerlo lucir como un ensayo respetable, así que sólo diré que la realidad es eso, y esto sólo aplica para mi porque, ¿a quien quiero engañar? no soy objetivo, nadie lo es.

Bueno así fue esta serie de retazos desafortunados, vírgenes, libres de las garras de la ortografía y presentados cual fueron paridos por el pensamiento, perseguido de lejitos por los siempre lentos dedos. Fue una experiencia liberadora, lo admito. ¿Por qué no intentarlo de nuevo?

No, aun no acabo, se me iba la idea: los medios y sus intenciones, tema por demás fofo y falto de interés, precisamente por el hecho de que los medios queremos que eso pensemos; bueno no, ellos prefieren que no pensemos. Cada vez creo con mayor vehemencia (ay que clavado...) en el poder del dinero y el poder mismo como hilos conductores de una realidad capitalizada en beneficio de los sectores de elite de la sociedad. Es una desgracia que verdaderas opciones de conocimiento y entretenimiento sesudo sean opacadas por los grandes consorcios mediáticos, con al 95% de la población a sus pies, dormida y absorta ante el espectáculo de luces y colores, mientras que con su audiencia sigue sosteniendo muy en alto los privilegios de los que menos necesitan y más tienen.

Es la realidad de los medios, vacía, fantasiosa, engañosa, venenosa, turbia. He vuelto a repetir el mismo discurso vez tras vez, pero ni hablar, tareas son tareas, sólo espero no llegar a sentir fofés al respecto, porque cuando suceda, me cambio a Medicina...

No recuerdo mucho de lo que escribí hace parrafos... ¿habré soltado alguna leperada?

Por cierto, que bien se siente mandar muy lejos a la ortografía y la sintaxis, fue algo como repito, liberador.

Medicina...???!!! En que diablos estaba pensando.

Un momento ¿de qué estaba hablando?

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