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A Empujones

Disculpad la intencional fofés al redactar este prescindible texto, producto de mi intencional fofés al tratar de cavilar por requisito académico, una enésima vez este tema que con el paso de las discusiones y el gasto de la lengua, se me ha tornado inevitablemente fofo: la realidad en los medios de comunicación, así que ahi les va una sarta aleatoria de ideas viejas respecto a la realidad y su presentación a través de los medios de comunicación:

No existe la objetividad, no hay vuelta de hoja, tan objetivo como eso (...). El fundamento básico para defender la idea es el mismo debate entre la posible existencia o no de objetividad.

Dado que no existe la objetividad, entonces los medios de comunicación no pueden presentar una visión objetiva del mundo pues una serie de factores (contexto, ideologías, intenciones, retórica) modelan los hechos; esto es inevitable por obvias razones: no somos robots, somos personas, pensamos (o aparentamos), captamos información y la transmitidos dentro de nuestra propia percepción. No puede hacer intercambio de información sin subjetividad.

Entonces, ¿que fregados es la realidad? ¿no hay forma de conceptualizarla de forma unitaria y universal? Pues si cada cabeza es un mundo, entonces cada mente es una realidad, entonces ¿no existe la realidad como tal, única e ineludible? Habría que ver si un concepto anula al otro; ¿la realidad subjetiva anula a la realidad objetiva? Si y no. Retomando el tema de la subjetividad sabemos que todo depende del cristal con que se mira, que cada uno tiene una visión muy propia de lo captado por sus sentidos, sin embargo esto no quiere decir que no exista una realidad definida como tal y por lo tanto incluyente a todo ser humano, bacilo de Koch e insecto rastrero.

¿O sea que hay una realidad dentro de la realidad misma? ¿no se anulan entonces? ¿y porque sigo despierto si esto lo debi escribir hacer días? ¿y porque no puedo dejar de comer nanas? ¿dejará algún día el América la mediocridad?

Creo que estamos exagerando los encantos del mito objetivo, alguien por ahí aun siente que puede poseer el poder de ver las cosas tal como son, hacer que la gente las vea como él quiere que las vea y bautizar el peculiar fenómeno como objetividad.

Repito, no hay objetividad en los medios, pero creo que eso ya nos quedó lo suficientemente claro, por lo cual leer este parrafo fue un desperdicio de tiempo.

No se me ocurre algo más que anexar al texto para engrosarlo y hacerlo lucir como un ensayo respetable, así que sólo diré que la realidad es eso, y esto sólo aplica para mi porque, ¿a quien quiero engañar? no soy objetivo, nadie lo es.

Bueno así fue esta serie de retazos desafortunados, vírgenes, libres de las garras de la ortografía y presentados cual fueron paridos por el pensamiento, perseguido de lejitos por los siempre lentos dedos. Fue una experiencia liberadora, lo admito. ¿Por qué no intentarlo de nuevo?

No, aun no acabo, se me iba la idea: los medios y sus intenciones, tema por demás fofo y falto de interés, precisamente por el hecho de que los medios queremos que eso pensemos; bueno no, ellos prefieren que no pensemos. Cada vez creo con mayor vehemencia (ay que clavado...) en el poder del dinero y el poder mismo como hilos conductores de una realidad capitalizada en beneficio de los sectores de elite de la sociedad. Es una desgracia que verdaderas opciones de conocimiento y entretenimiento sesudo sean opacadas por los grandes consorcios mediáticos, con al 95% de la población a sus pies, dormida y absorta ante el espectáculo de luces y colores, mientras que con su audiencia sigue sosteniendo muy en alto los privilegios de los que menos necesitan y más tienen.

Es la realidad de los medios, vacía, fantasiosa, engañosa, venenosa, turbia. He vuelto a repetir el mismo discurso vez tras vez, pero ni hablar, tareas son tareas, sólo espero no llegar a sentir fofés al respecto, porque cuando suceda, me cambio a Medicina...

No recuerdo mucho de lo que escribí hace parrafos... ¿habré soltado alguna leperada?

Por cierto, que bien se siente mandar muy lejos a la ortografía y la sintaxis, fue algo como repito, liberador.

Medicina...???!!! En que diablos estaba pensando.

Un momento ¿de qué estaba hablando?

1 Comment:

  1. Matheus Nascimento said...
    Desde que haya ojos la objetividad del periodista se torna imposible. Existimos, alteramos. "El propio hecho de la observación altera al observador y a lo observado" [Heisemberg]. Podrías así resumir tu texto ¿pero se si acaba la objetividad en que nos agarramos? En la verdad. Voy a ser "objetivo", la realidad es limitada pero también es un acto de inteligencia haciendo que el acto mismo de interpretarla sea una tarea mutante que debe agarrarse a una interpretación delimitada por algunos parámetros (sí es que podemos tenerlos) que nos dirige a una verdad. Uno es comprobar, decir lo que es probable, eliminar lo dudoso, comprobar fuentes, criticar los testimonios, hacer frente a los poderosos, entre otros. Talvez así olvidando un poco de la hipócrita pretensión de objetividad y concentrándose en la verdad exista algo coherente que transmitir.

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